Ya se había probado de todo para someter a los pueblos y mantenerlos en el control de los controles. De vez en cuando se armaban trifulcas en la superficie del planeta y todo lo que ello conllevaba (armas, solados, aviones, bombas, prensa, miedo, terror, etc.) La carrera espacial se había desplazado demasiado tiempo espacio y la observación del Planeta Rojo daría una de las más grandes verdades del colapso de una ex esfera de vida.
Los giros del planeta y los eventos en el Sol sentenciaban, a cada momento, que las nuevas fronteras ya estaban listas para darse con todo y los señores del mal dejarían correr la bolita de la esencia humana, para suministrarse los festines que su amo les ha prometido si es que el plan es bien llevado.
Por una parte la humanidad del comercio entregaba nuevas señales de no terminar con sus apetencias y, como una forma de control, se modificarían ciertos aspectos para que las ubicaciones geográficas se inclinaran a favor del fin del mundo –upss, que analogía- Además, la red ya estaba bien cimentada entregando los datos que proporcionaban nuevos territorios para todo lo que se pensaba ya creado.
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