domingo, febrero 20, 2022

Me impacta, sobre manera, pensar que estoy en un mundo al revés.

El instinto de un profesional por hacer las cosas bien, lo lleva a pensar que todos actúan de la misma forma, pero cuando comienzan los análisis macros –esos que dan la razón de giro a los micros- te das cuenta que nada de aquello se produce.

En el año 2001 se le indicó al príncipe heredero de Dubái que: hasta el 2017 se le venía con bien al petróleo. Éste comenzó a cambiar la matriz económica de su país. Ahora vemos que la gran mayoría de los países controlados por dinastías, de la región de medio oriente, se han volcado al turismo y sus esfuerzos están dirigidos hacia el hidrogeno y otras fuentes de energías renovables no convencionales (ERNC)

En el centro de nuestro continente, están las mayores reservas de petróleo pero, justamente, ellos no están ni para sus propios consumos y menos para el resto de las demandas.

Por nuestro costado, los del otro lado del macizo, se hicieron de sus yacimientos de hidrocarburo y prefirieron a la empresa estatal por una foránea. 

Y, acá, se nos encarece todo (trasportes, alimentos, vestuario, servicios básicos, etc.) por la vía del omnipotente combustible que es extraído por los que, hacía poco, ya no volverían a sus días de bonanza: BP, Shell, Texaco, etc.

Por una parte la electro-movilidad y el hidrógeno harían el juego, pero también la modernidad de las urbes y sus modificaciones en cuanto al transporte y el traslado, incidirían en el nuevo esquema; sin embargo, estos factores (retrasados, detenidos y/o demorados, derechamente) le han devuelto a los otrora amos del carburante la bonanza y, por sus grandilocuentes anuncios de salud y bienestar, el mercado bursátil es atraído a su vórtice.

Se nos pide coherencia y rectitud; no obstante, a la vista de los nuevos escenarios planetarios –fabricados, por cierto- los macros no son coherentes y nunca han caminado por la senda de la rectitud, para con su desarrollo.

Veo, en otras latitudes, la protesta y combate en las calles de muchas personas instruidas al respecto. Pero, acá, las cosas están torcidas hacia otros enemigos y, aunque sea legítima mucha reprobación por el sistema en el cual nos han insertado, el reclamo es más allá. Es a los macros que se mueven casi en el ámbito nefario y condicionan a todos los micros a comportarse torcidamente, casi al revés de lo bienhechor, benévolo y humano.

fijate.cl

 
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