Las grandes complicaciones de Plantea estaban siempre minando los procesos de avance. Al estar inmersos en distorsiones temporales y habiendo dejado libre al grandilocuente Mercado, los parámetros de poderes se diseminaron por todas las poblaciones. Grandes grupos humanos estaban sometidos por otros y las minorías se regaban entre disidencias, controladoras y creativas.
Dado que El Control ya entendía como hacer las pases para dar autorización al bechmark humano, los 17M fueron anunciados y autorizados para emprender el desarrollo de su población. Al ser ésta una compleja y muy incomprendida maniobra, todo quedó cerrado a unos cuantos grupos de influencia y dirigentes seleccionados, conocedores cabales del proyecto CADI.
Las primeras medidas fueron tomadas sin demoras y las correcciones se realizarían al unísono. Por una parte, se instruyó a las mentes que tenían a cargo las investigaciones de la nación de los 17M, para que se infiltraran por todos los recovecos que comprendía la estructura social. Al existir distintas aristas dentro de aquella organización, cada una fue arengada para que comenzaran a observar, registrar e intervenir en los procesos de decaimiento del desarrollo de la población. Aquella institución entendió que su rol se estaba convirtiendo en gravitante, para asegurar un porvenir desde las áreas que les correspondían.
Al padre político de los 17M se le autorizó a crear el primer Ministerio sin in. Una mezcla de consejo al cual podían llegar todos los que se declaraban patriotas, mantenían un concepto preclaro en CADI y se registraban en la gran pilastra in-mortal.
Al hacerse parte de aquella columna, todos los que mantenían una ferra y estoica bandera de avance, potencia y desarrollo podían inscribir sus nombres. Claro estaba que las prácticas y los niveles de ingerencia del nuevo gabinete, comprendía una compleja red de posiciones, estructura y funciona-miento. Un nuevo referente tanto social como cultural para la nueva era.
Sin olvidar a los castrenses de los 17M, los cuales ya mantenían un presupuesto perpetuo para sus alcances al proyecto CADI, también se les debía asignar una potente faena: la construcción de los más colosales Fire Wall para los territorios construidos con bits. Dado que la defensa de la nación les correspondía y nada ni nadie podía hacerlo mejor que ellos, se les dispuso todas las más amplias condiciones para que pudieran abordar el blindaje de la nación virtual. Se les unieron a ellos los técnicos del Warketing, Mar-keting y marketing aerodinámico, además de varios insignes hackers nacionales.
En cuanto a la educación, no se esperó más y se autorizó a que las tendencias para la nueva formación contemplaran las búsquedas, escrutinios y amplitud en la conexión. Dado que todavía el acervo mantenía profundos grados de involución, se optó por las estructuras tipo bunker para preservar y dar continuidad a los que, por acción volitiva, requerían de acceso y desarrollos en la Red.
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