Estando en la Red de redes, Héctor se aprestaba para seguir con sus descargas y observaciones pornográficas. Desde que había comenzado el milenio y ya habían transcurrido unos 21 años red, la banda ancha estaba dando sus primeros frutos. Todas las mega industrias, enclavadas en la red, seguían el patrón de alcance hacia la Masa Crítica. Claro estaba que las más insignes sabían que si no tenían capturado al usuario, de cualquier forma, otro ganaría la supremacía y el “top of mind” (primero en la mente) no sería alcanzado de ninguna forma.
En esas carreras locas por tener al usuario y a sabiendas que estaba el plantea disposición, también estaba el riesgo de encontrarse con potenciales competidores, enemigos y hasta saboteadores. En el caso de Héctor no existía nada más que llegar a obtener los recursos de las descargas: Planos, música, imágenes, videos, configuraciones, manuales, tutoriales, etc. No existía nada para que él se sintiera como uno de los muchos que son llamados a combatir contra las prácticas ilegales y furtivas de los eternos productores de la vida en Plantea.
Sabía vagamente de lo que significaba la “Soja Transgénica”; las aguas minerales 100% potables; el boicot a la producción y consumo de pescados y mariscos, la exacerbación de los consumidores – en todos sus niveles- por medio de manipuladoras frases, efigies y técnicas de comunicación. Ya estaba convencido que todo era una imposición, tan gigante e imposible de contrarrestar que ya se había pasado al conglomerado de los que reclamaban por sus derechos en tertulias dominicales y carretes nocturnos, pero no realizaban sendos alzamientos ya que sus vidas y complicaciones estaban en el primer orden de los acontecimientos.
También observaba, desde mucha distancia, los eventos que se sucedían en la Politosfera. Tanto nacional como externacional, todos los eventos políticos se enmarcaban en un mundo de intrigas y falacias que no debían ser, ni siquiera, atendidas en su más mínimo grado. Al observar los noticiarios ya tenía claro que las fanfarrias serían por un golpe noticioso en lo policial, deportivo o farandulero. La sección de in-formación de los canales televisivos se hacía tan obvia y a la vez útil para sentirse con una carga de in-formación adecuada para no llegar al otro día con una incertidumbre del entorno.
En esas observaciones, Héctor llegó hasta un Motor de búsqueda que le satisfacía: Alta Vista. Al ser en su idioma este administrador de “spiders” (programas de búsqueda y recopilación) estaba acorde a su primitiva noción de la red y sus innumerables recursos. No pasó mucho para que comenzara a buscar lo que más le llamaba la atención en cuanto a descargas y esa era la música. Fue entonces, donde conoció un portal que se nombraba igual que el archivo que estaba en boca de todos: MP3.COM y que en esos instantes todavía estaba búsqueda de Masa Crítica.
Al querer escuchar música electrónica ingreso la categoría y el portal tenía una dirección asociada a la Madre Patria. No dudó en pinchar el hipervínculo y llegó a hasta un portal el cual contenía la más grande de las categorías que él había visto hasta ese momento. No sabái por donde empezar ya que no estaba al tanto de las categorías de música electrónica; no obstante, especuló y se dirigió a los Goas, Acid Bar y Drum’n Base y Trance. Ello lo llevó a una nueva sección que lo dejó perplejo: Infinitas columnas de recuadros mostrando los álbumes de muchos intérpretes y la posibilidad de descarga a través de tres sistemas de velocidad y conexión.
¡Hoooooooo! Exclamó y descargó lo que creyó sería novedoso para él y no se equivocó. Una nueva capacidad de desarrollo musical se le presentaba en su sistema auditivo. Conceptos que no estaban ni siquiera en todo el orden musical al cual él estaba acostumbrado y que ya pensaba como eterno. No podía contenerse de la emoción de saber que existía una insondable capacidad armoniosa fuera de las fronteras de su pequeña nación.
Fijate.cl
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