En inminente necesidad se tornó conformar, por completo, a los 17M. Al observar como comenzaba la desestabilización de la región, CH1 no vio otra alternativa para lograr resistir cuanto fuera posible los nefastos tiempos que se aproximaban. Claro estaba que las huestes milicianas deberían comenzar a desplazarse hacia la región del norte, ya que todo se concentraría en el nuevo escenario bélico, preparado por los señores de la guerra.
El gobierno imperante llamó a sus más estrechos colaboradores, dentro de las ramas castrenses. Les solicitó que obtuvieran, en tiempo record, un perfil adecuado para que se incluyeran rápido en los 17M. Ya estaban contemplados dos individuos de la sociedad civil y ellos tendrían que ser adiestrados en la mayor cantidad, posible, de instrucción marcial. Los contemplados eran un “hacker” proveniente de la más prestigiosa rama de saboteadores “internautas” y un periodista, tomado de las filas inversas a todo lo que se asumía como real, actual y contingente.
Desde las filas de la Institución Nacional de Averiguaciones (INA) fueron consignados dos funcionarios a los 17M. Aquellos agentes, desde sus comienzos, estuvieron involucrados con la cibernética y sus derivados, así es que sus mentes estaban en concordancia con lo que se solicitaba para estar en el grupo de avanzada.
También, fueron destinados dos funcionarios de carrera política, internacional y diplomática para dar sustento a las múltiples variables de acción de los 17M. Al tener como misión el desplazamiento por todo el territorio nacional, sus acciones podrían ser objeto de cuestionamientos e interrogantes por parte de las cúpulas del poder, asentadas dentro de los dominios del .cl; por ello su inclusión dentro del grupo fue apremiante para conformar el conjunto requerido para comenzar de lleno.
Los avisos se hacían, cada vez, más contundentes en la región: Las múltiples conflagraciones ya se estaban cuadrando para iniciarse y comenzar a diezmar a la región. Siendo así, el atraso se provocaría porque las fuerzas estarían fijadas en la contienda bélica y no en el desarrollo industrial. De esa forma, los señores de la guerra aseguraban el predominio para sus regiones y sometían a sus poblaciones proveedoras al eterno atraso. Todo ello ya lo entendían los 17M y por ello sus funciones, a cada minuto, cobraban mayor importancia.
Entonces a los 17M –nueve originales hasta el momento- se les sumaron 8 individuos más, sosteniendo la primera reunión en los terrenos de “Señorlan”. En aquella parte del territorio se había emplazado el primer prototipo de un RNDD y las conexiones para el proyecto CADI mundial estaban en operaciones, desde hacía un buen tiempo. El salón de operaciones, comunicaciones y estrategias era viva copia de un diseño de los tiempo del viaje a la luna y en todas sus pantallas se podía ver el mapa de Palntea G y todos los acontecimientos sociales y naturales ordenadamente dispuestos. Sobre las pantallas corrían relojes digitales con diferentes tiempos y cada uno era interpretado por los procesadores que, cada 10 minutos, indicaban como cada suceso estaba a punto de colisionar con sus terminales más directas y subyacentes.
Ahí estaban los 17M, completos en su número y parte de ellos absortos de sus instalaciones. Fuera del bunker de operaciones se asentaban dos helicópteros de última generación, tres vehículos todo terreno y varias motos multifunción. Más allá se observaban las instalaciones para el esparcimiento y habitación. Coronado todo aquello con una vista del mar y sus residentes más connotados los cetáceos más grandes de Plantea G tenían su lugar en esa zona.
La observación fue muy fugaz ya que desde el gobierno central se le indicó a los 17M el inicio de sus funciones, enviándoles una tentativa de programación de funciones, ya que el tiempo comenzaba a concluir:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario