Todavía hay negocios en la Tierra

Estimado Pablo:

Hace un tiempo a tras, vino a Chile Al Gore y traía consigo el lema de “salvemos al planeta” – se ganó un reconocimiento mundial por ello-. El cambio climático es una realidad sin discusión y hace mucho que unos insignes cineastas nos vienen graficando la cuestión. Water world e Inteligencia Artificial. No obstante, el síndrome de la humanidad es que somos un virus, tal y como se lo dice el Agente Smith y al señor Anderson: Neo.

El gigante productor de emanaciones caloríficas es –hasta estos momentos. EE. UU.- y ya G.W. Bush firmó la indicación para los bio-combustibles, o sea, una nueva fuente a especular (aquello hace entender el por qué de la escalda en el precio del petróleo) Además, debes considerar que toda la industria interna de ese gigante del consumo, él cual está ad portas de anexar a sus dos países vecinos, requerirá de una fuente limpia para alimentar sus motores y ella debe ser cercana y barata.

En el acervo mundial ya está instalada la nueva consigna planetaria y ella es que nuestro hogar ha de ser protegido. Olvidándonos, por completo, de las vastas operaciones de protección de los santuarios mundiales, por parte de capitales extranjeros en pro de salvaguardar aquellos territorios y conservarlos para las generaciones venideras. Al ritmo que vamos esas descendencias serán las que tengan el control absoluto y puedan transar por los territorios que hoy ya están dominados.

Claro está que existe el día mundial de aquello y lo otro. Pero más importante es entender como se ha fabricado un ambiente tal que, a nosotros como individuos, no impelen de una fuerza opositora al descalabro, mientras todo lo demás se mueve según un cronograma bien urdido.

Si estamos en esto de salvar al mundo, partamos por lo primero y las especies deberían recibir el mismo llamado incesante que se hace por la madre tierra. Tengo varias especies en cartelera, además de las ballenas cazadas y faenadas en alta mar por japoneses y noruegos, también están nuestros vecinos del altiplano que señalan nuestro gran aprecio por nosotros mismos.

Un placer estimado, saludos.

Fijate.cl