Aunque viva la vida social normal y corriente del planeta, y ser un individuo normal del sexo masculino, posiblemente no completaré la relación del matrimonio, que sería perfectamente honorable y compatible con mi vocación. Pero debo recordarme que uno de los mandatos de Sonarington, relativos a la encarnación, prohíbe que un Hijo vocacional originario del Credaor deje tras de sí una descendencia humana en un planeta cualquiera.
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