domingo, mayo 02, 2010

El control de ayer y de hoy.

La información nos da una clara cronología por la cual estamos ya inmersos en un constructo que nos parece la normalidad de los eventos mundanos, sociales, culturales, religiosos y personales. Siendo la cuna del proceso los antiguos habitantes de Grecia, está vio su gran vuelco y potenciación cuando el imperio más vasto de la historia adoptó y aplicó para con su desarrollo, expansión y control de lo dominado. Manteniéndose, claramente, el predominio patriarcal de la situación hasta los eventos revolucionarios industriales de nuestra era.
Hoy, ya estamos con un modelo que ha sobrepasado, inclusive, el concepto del panóptico: “La idea conceptual del filósofo Jeremy Benthan al implementar el Panóptico en 1791, era permitir a un vigilante observar a todos los prisioneros sin que ellos se percatarán si eran observados o no”. Siendo esto aún más palpable para nuestra sociedad nacional, la cual ya contaba con un concepto de vigilancia y control para la producción y flujos de tránsito, en red, para así generar el control total de  las dos mareas conceptuadas en 1969, como claves de un sistema circulatorio moderno de gobierno (1970 - 1973 proyecto Synco)
En la modernidad del siglo XXI, están muchos de estos elementos trabajando como parte del sistema imperante. Se han arraigado y autorizado como mecanismos del bien común y trabajan para los dispositivos de resguardo, control y opresión que actúan bajo reglas legales en contra de los indisciplinados. Dado que la burguesía toma conciencia de su situación, son estos los que potencian las capacidades legales, judiciales y policiales para mantener a la gran cantidad de individuos en sus ambientes de adiestramiento, convalecencia y producción (Colegios, hospitales y fábricas) Siendo la segunda década del siglo XXI la gran escalada, ayudada por las tecnologías de información y comunicación (TIC´s), las que darán la hegemonía al control total global.
“La opresión se moderniza expandiendo por todas partes las formas de mistificación que permiten ocultar nuestra condición de esclavos.” Hoy ya está implantado el proceso por el cual el consumo nos hace felices, y para lograr llevar a cabo es consumo hemos de trabajar en los empleos que están disponibles.  No podemos dejar a nuestros renuevos (hijos) sin el adiestramiento para que puedan comunicarse y desarrollarse, laborar en el futuro y reproducirse en pro de un reconocido continuismo de la humanidad; no obstante, también de una aceptación del modelo impuesto y fomentado por el sistema económico dominante, ya que no es la demanda la que condiciona la oferta, sino es la oferta que determina la demanda.   
Cuando los alcances de esta modernidad nos capturan y logran hacernos tantos felices como infelices, están preparados los mecanismos por  los cuales seremos clasificados y/o acogidos por estos: Una vida de excesos nos llevará, de seguro, a la cárcel o al hospital; una vida triste y vacía nos llevará al psicólogo o a una iglesia a rezar;  Una vida de esfuerzos y aceptación nos llevará a un trabajo alienante y a la compra, en cuotas, de un servicio funerario y sepultación.
El gran proceso por el cual se nos ha traído hasta esta situación, es por que el sistema de control no nos ha dejado de observar, al parecer, para llevar a la sociedad a un grado de perfección y dominación. Desde los antiguos Griegos que reflexionaron para ellos mismos, los Romanos que lo aplicaron para con los pueblos sometidos, la burguesía que tomo conciencia de su capacidad y, hoy, el sistema de corporaciones que, a través de sus bienes y servicios, a los consumidores los mantiene en el absoluto control.
fijate.cl

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