Mi experiencia:
Antes de la Red (AR)no existía nada para contener la atención del trabajador. Los medios físicos (teléfono, diarios, revistas, fotocopias, volantes, etc.) estaban a disposición para hacer virar, desde beta a alfa, a cualquiera de nosotros e interrumpir nuestras labores. Luego vino la tan preciada interacción con el computador y todos los físicos de antes perdieron valor estrepitósamente. El correo electrónico torció, un tanto, el fenómeno de la sintonización con la labor, pero el teléfono no ha sucumbido tanto.
Sin embargo, cuando las intranets corporativas hicieron su arribo, no hubo más caso. El empleado ya no tiene que moverese de su escritorio (virtual) para poder observar todo lo que a él le debe interesar.
Comenzó la era después de la red (DR): El empleador puso un banner en la cabecera de toda la información inherente y contractual entre empleado y organización, el banner versaba de la siguiente forma: " Ven y conoce las últimas ofertas que XXX XXX tiene para ti, lo tenemos todo"
Luego de aquello y de haberle hecho la observación al gerente de mi organización, ya no tuve dudas: Había que hacer algo más potente que eso.
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